"Turbio, indistinto miro por doquiera
Borrarse ya el paisaje antes hermoso:
El viento duerme; en derredor impera
Quietud solemne, funeral reposo."
~ Thomas Gray, 'El cementerio de la aldea'
oy inauguramos otra sección. Esta vez se trata de 'Muerte entre las letras' en la que, como habréis imaginado, estudiaremos la presencia de la muerte en la literatura de todas las épocas. Subid a nuestra barca y permitid que os llevemos a la Inglaterra del siglo XVIII donde nos espera la Graveyard Poetry.
También llamada Graveyard School, en español la conocemos como Poesía del Cementerio o Poetas del Cementerio. Bajo esta denominación encontramos a un grupo de poetas que, por la temática de sus creaciones, han sido considerados precursores del Romanticismo y del género gótico.
La importancia de la muerte: el origen de la Graveyard Poetry
Para entender el origen de la Graveyard Poetry debemos dar primero unas pinceladas del marco religioso que está viviendo Inglaterra desde el siglo XVI. Durante este siglo y parte del siguiente, Inglaterra vio surgir del Puritanismo. Este movimiento defendía, en un plano más general, la purificación de la Iglesia y de la sociedad de aquellos rituales y dogmas que consideraban corruptos y ajenos al mensaje de las Sagradas Escrituras; y en un plano más personal, era un gran defensor del individualismo y de la conciencia individual.
El Puritanismo predicaba que cada individuo debía realizar una lectura individual de las Sagradas Escrituras aunque guiada por los sermones, que ahora se convierten en la única guía devocional que eleva al creyente a una relación más pura con Dios. Y es en esos sermones donde la muerte y la temática fúnebre cobran una especial importancia.
En los sermones se predicaba sobre la brevedad de la vida y la banalidad del mundo material, y por tanto, lo realmente importante era usar el tiempo de vida para prepararse para la llegada de la muerte y conseguir ser premiados con la salvación del alma. Así, empieza a haber una proliferación de sermones impresos de temática fúnebre que se sirve de la poesía, de una poesía devocional, para hacer llegar ese mensaje puritano a través de una belleza lírica.
En el siglo XVIII, el Puritanismo ya había sido erradicado de Inglaterra y se había reinstaurado la Iglesia Anglicana. Sin embargo, el sermón fúnebre mantuvo su auge hasta bien entrado dicho siglo, momento en el que se empieza a vislumbrar su declive y será sustituido por la elegía fúnebre y, ahora sí, por la Graveyard Poetry.
Graveyard Poetry: características principales
La poesía de la Graveyard Poetry es intimista, profundiza en los sentimientos del poeta, extrae a través de las palabras aquello que el poeta lleva en su interior. En la Graveyard Poetry hay un gusto especial por la sensibilidad, ahora se le da culto y queda manifestado a través del amor a la naturaleza y de la fe religiosa. Pues muchos de estos poetas eran cristianos devotos e incluso algunos ejercían esa labor religiosa como clérigos. Pero esta poesía también profundiza y se recrea en el horror y la melancolía, desarrollan un gusto por la visión más macabra de la muerte. Les gusta llenar su poesía proyectando imágenes tétricas, tenebrosas; imágenes de ataúdes y brumas, de gusanos y cráneos... Y este es el rasgo más destacado de su poesía.
Es una poesía centrada en la experiencia individual de la pérdida del ser querido, es un reflexión personal sobre la muerte tildada de melancolía y didactismo religioso. Y la obra culmen, la que se considera que da inicio a este movimiento, fue el poema de Thomas Parnell (1679-1718) publicado de forma póstuma (irónicamente) en 1721 y titulado A night piece on death ("Pieza nocturna sobre la muerte"). En esta pieza nocturna la Muerte se convierte en narrador y con un ritmo suave y de tétrica melancolía va evocando en el hombre imágenes terribles de su propia mortalidad.
Junto a Parnell y su A night piece on death, tres son los poetas (y sus respectivos poemas) los que se consideraron máximos representantes de esta poesía de cementerio:
- Edward Young (1683-1765) y su Night thoughts. Publicado en 1742, este poema ofrece una serie de meditaciones en las que acompañamos a un viajero solitario que visita un cementerio nocturno. Ante él aparecen toda suerte de visiones de amor y dolor, de oscuridad y siluetas tétricas, todas ellas evocadas con un verso libre, bello y sonoro.
- Thomas Gray (1716-1771) y su Elegy written in a country churchyard. Del mismo año que el poema de Young y con características similares, el poema de Gray destaca por la importante presencia de la naturaleza.
- Robert Blair (1699-1748) y The Grave. En este poema de 1743 una tristeza desgarradora y exquisita acompaña a cada verso y es el propio Blair el que ejerce como narrador.
Pero los poetas del cementerio son más que cuatro nombres y cuatro poemas, pues los escenarios nocturnos y macabros que crearon para enfrentar al hombre a los abismos melancólicos de su propia mortalidad, influyeron de forma significativa en muchos otros autores que rechazaron el Racionalismo en favor de ese culto a la sensibilidad y la melancolía. Algunos de estos autores son: William Collins, Joseph Warton, James Macpherson, Thomas Percy y Mark Akenside.
Robert Blair, The Grave
Aunque le vamos a dedicar más entradas a estos poetas del cementerio para conocer más a fondo la obra de cada uno de ellos, queríamos cerrar este viaje compartiendo un fragmento del poema de Robert Blair, The Grave ("La Tumba") para que así experimentéis por vosotros mismos todo este sentimiento que os hemos estado comentando. ¡Disfrutad!
Ilustración de William Blake (nuestro favorito) para la
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Mientras algunos estiman el sol y otros la sombra,
Algunos abandonan la ciudad, otros la ermita
Sus propósitos son varios, así como los caminos que ellos toman
Al viajar por la vida; -sea mi tarea
Pintar los tenebrosos horrores de la TUMBA;
El citado lugar de llegada, donde todos
Estos viajeros se encuentran.- ¡Tú suplicas yo imploro,
Rey Eterno! cuyos poderosos brazos sostienen
Las llaves del infierno y la muerte. La TUMBA, ¡terrible cosa!
Los hombres tiemblan cuando eres nombrada: la Naturaleza horrorizada,
Aleja de sí su acostumbrada firmeza - ¡Ah! ¡Cuán oscuros
Tus extensos reinos, y lamentables yermos!
Donde nada sino el silencio impera, y la Noche, oscura Noche,
Oscura como lo fue el CAOS, antes de que el sol naciente
Fuera arrollado por completo, o hubieran intentado sus rayos
Penetrar a través de la oscuridad profunda.- El cirio débil,
Destellando a través de tus taciturnas y neblinosas bóvedas,
(Surcadas con enmohecidas gotas, y viscoso lodo,)
Deja caer un horror infinito,
Y solo sirve para hacer tu noche más molesta.
Bien te conozco yo por tu verdadero TEJO,
¡Sombría, insociable planta! que amas habitar
Entre calaveras y ataúdes, epitafios y vermes;
Donde veloces fantasmas, y sombras visionarias,
Bajo la pálida luna fría (como dice la fama)
Incorporados, gruesos, interpretan sus corros místicos.
Ninguna otra alegría, insulso árbol, es tuya.
(Pujol, 1984)
- Comellas, J.L. (2009), Páginas de la historia. Madrid: Rialp.
- García Peinado, M.A. y Vella Martínez, M. (2007), Una modalidad singular del lirismo inglés en el siglo XVIII: "The Graveyard School" (Antología bilingüe). Córdoba: Publicaciones Universidad de Córdoba.
- Parisot, E. (2013), Graveyard Poetry: Religion, Aesthetics and the Mid-Eighteenth-Century Poetic Condition. UK: Ashgate Publishing.
- Pujol Russell, S. (1984), "Robert Blair: un olvidado precursor del Romanticismo", Revista de Filología Universitas Tarraconensis, 5, 39-69.
- Snodgrass, M.E. (2009), Encyclopedia of Gothic Literature. New York: Infobase Publishing.
- Villa Jiménez, R. (2013), La "Elegy written in a country churchyard" de Thomas Gray: análisis estilístico y traductológico de las versiones al español (tesis doctoral). Córdoba: Publicaciones Universidad de Córdoba.
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